La importancia de la autoexploración para prevenir el cáncer de pecho

La autoexploración es una acción cotidiana de vital importancia para prevenir o detectar a tiempo la presencia del cáncer de pecho. De ahí que cada vez sean más los profesionales que consideren necesaria la realización de campañas informativas e incluso formativas en este sentido. Y es que cada vez son más las mujeres afectadas por esta dolencia. Un tipo de cáncer que, hoy por hoy, se puede frenar. Eso sí, siempre que se detecte a tiempo.

En Estrellita la Valiente estamos muy concienciados con este tema, de ahí que hayamos considerado oportuno dedicar un texto de nuestro blog a esta importante enfermedad.

Mujer joven auto explorándose el pecho para evitar un cáncer de pecho.

Mujer joven auto explorándose el pecho para evitar un cáncer de pecho.

 

La importancia de la autoexploración para prevenir el cáncer de pecho

Mujer joven tocándose el pecho para realiza una auto exploración mamaria.

Mujer joven tocándose el pecho para realiza una auto exploración mamaria.

Según los especialistas en oncología, se detecta un total de 27.000 casos de cáncer de mama al año en España. Una cifra elevada que, además, se incrementa anualmente, especialmente entre mujeres con edades comprendidas entre los 45 y los 70 años, que son el rango de población más afectado.

Esto ha alertado a los  profesionales de la salud que consideran fundamental sensibilizar a la población sobre esta dolencia. Especialmente en lo que a su detección se refiere. Pues el tiempo es un factor determinante para frenar el desarrollo de las células cancerígenas.

 

Autoexploración para detectar anomalías en las mamas

La autoexploración es, hoy día, el método más eficaz para detectar la presencia de células cancerígenas en los pechos de una mujer.

Para realizar una correcta autoexploración mamaria hay que seguir los siguientes pasos:

Signos de alerta para la detección del cáncer de pecho.

Signos de alerta para la detección del cáncer de pecho.

  1. Observación frente al espejo. Mírate con los senos desnudos frente al espejo y analiza su forma, color, tamaño… cualquier cambio puede ser significativo en este sentido, por lo que debes darte tiempo para ello. Para hacerlo de la manera correcta, mantén los hombros rectos y los brazos apoyados sobre ambos lados de la cadera. Luego cambia de posición levantando los brazos y presta atención a los cambios que se hayan producido o a las malformaciones que sigan presentes. Si notas deformaciones o infamaciones; hoyuelos, arrugas o bultos, el pezón tiene otra orientación o tienes la piel enrojecida, te duele o presenta sarpullidos, incluso si notas la presencia de algún líquido lechoso o de color, consulta a tu médico de cabecera.
  2. Palpar los pechos. Es la exploración directa de la mama, esta vez empleando nuestras manos para hacerlo. Se realiza en dos posiciones diferentes: echada y de pie. En ambos casos la mano que palpe lo hará sobre la mama del lado contrario. Para hacerlo utilizaremos, en todo momento, las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento que realizaremos en esta exploración debe ser circular y pequeño. Los especialistas afirman que debe ser del tamaño de una moneda aproximadamente. Es importante que la exploración se realice de arriba abajo, y de lado a lado. Es decir, desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen, y desde la axila hasta el escote. Así nos aseguraremos de cubrir la mama entera. Repite la misma exploración de pie, para mayor seguridad.
Pasos a seguir para una autoexploración de pecho para la prevención del cáncer de pecho.

Pasos a seguir para una autoexploración de pecho para la prevención del cáncer de pecho.

Qué hacer ante una autoexploración que detecta anomalías

En caso de que detectemos alguna anomalía durante nuestra autoexploración, debemos acudir a la consulta médica lo antes posible. Este profesional, tras hacernos una nueva exploración será quien valore el estado de la misma y se encargará de hacernos más pruebas para confirmar o descartar un posible cáncer de pecho.

La prueba más habitual que se realiza en esta zona del cuerpo es la mamografía. Esta acción consiste en realizar una radiografía de las mamas. Un chequeo que es capaz de detectar lesiones incipientes en los tejidos de esta parte del cuerpo, lo que permite la puesta en marcha de tratamientos localizados de manera urgente y antes de que se extiendan por el resto de la mama.

Recuerda, la autoexploración puede detectar precozmente el cáncer de pecho y ayudar de esta manera a combatirlo.

 

 

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